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jueves, 31 de mayo de 2012

Los cazatesoros buscan un OVNI bajo el mar


¿Un platillo volante bajo el fondo del mar? Es circular, mide más de 80 metros y nadie sabe qué hace ahí, cuándo llegó y ni tan siquiera qué es. De momento, los expertos lo han llamado “la anomalía del Báltico”. Una expedición pretende ahora acabar, de una vez por todas, con el misterio.

Este viernes, un equipo de 13 oceanógrafos, ingenieros y buzos de aguas profundas se sumergirá en el lugar, equipados con los más avanzados instrumentos de rastreo submarino, en una expedición que durará entre seis y diez días. Para muchos, la posibilidad de hallar restos de una nave alienígena allí no es más que una fanfarronada que da una publicidad inesperada a la operación. Para otros, la simple posibilidad de encontrar restos de otra civilización compensa con creces el esfuerzo.

Ovnis bajo el mar

El misterio se remonta al pasado verano, cuando un equipo de “cazatesoros” submarinos se topó con un extraño objeto de 80 metros de ancho en un punto del fondo del mar Báltico entre Suecia y Finlandia. ¿Qué era aquello? La expectación aumentó cuando, una vez en tierra, contaron lo que habían visto. ¿Podía tratarse de los restos de un buque? ¿Un volcán incipiente? ¿O es, como sostienen incluso algunos, una nave procedente de otra civilización?

“No sabemos si estamos ante un fenómeno natural o un objeto. Lo detectamos en el sonar cuando estábamos en busca de un barco que naufragó durante la Primera Guerra Mundial –explicó a Fox News el investigador sueco Peter Lindberg-. En nuestro monitor apareció un objeto circular que no sabíamos lo que era”.

La huella de la “anomalía del Báltico”

El rastro dejado por esta “anomalía del Báltico” se puede apreciar con nitidez en este vídeo de la CNN . Sobre él se ha hecho también un documental, con algo de imaginación, que acompaña a esta información.

“He estado haciendo esto durante 20 años y he encontrado de todo, pero nada como esto”, explicó Lindberg a la CNN. En un primer barrido con el sonar se toparon con la imagen de ese objeto irregular, que además tenía una especie de cola de 400 metros. En una segunda pasada sobre el objeto se encontró otro similar a 200 metros de distancia.

En su momento, tanto los expertos en ufología como los científicos se hicieron eco del hallazgo, con mayor o menor entusiasmo. A todo ello contribuyeron, además, las semejanzas con uno de los capítulos de la serie Expediente X, en el que sus protagonistas buscaban restos de un platillo volante en el fondo marino. De hecho, los miembros de esta misión se han puesto el nombre de “equipo Ocean X”.

Un volcán o un meteorito, explicaciones al fenómeno

Por el momento, no descartan que la “anomalía del Báltico”, situada a 300 metros de profundidad, pueda ser cualquier cosa. Teorías hay para dar y tomar. Por un lado, puede tratarse, simplemente, de los restos de un meteorito, de un volcán emergente, de un yacimiento de gas o incluso de una formación natural que no se ha observado lo suficientemente cerca. También, por qué no, el objeto puede ser una parte o la carga de un buque de guerra.

El Jefe de Arqueología de Museos Marítimos de Suecia, Andreas Olsson, reconoce que está muy intrigado por el hallazgo, pero sostiene que sigue siendo escéptico al respecto debido, fundamentalmente, a la escasa fiabilidad que ofrece el sonar de barrido lateral, que impide determinar si se trata de una formación geológica natural o algo muy diferente.

“¡Nunca me ha tocado la lotería!”

"No creo que se trate de una formación natural o de la carga que se desprendió de un barco", dijo Lindberg a Fox News. "Pero puede ser un montón de cosas. Si no está hecho por el hombre, y son los restos de otra forma de vida inteligente sería toda una suerte. ¡Nunca me ha tocado la lotería antes!".

Para resolver el enigma, el equipo de Lindberg tomará imágenes en 3D y descenderá hasta el lugar a un equipo de buzos expertos en prospecciones a mucha profundidad y robots con cámara. Además, se tomarán muestras de toxicidad y radiación, por lo que pudiera pasar. A principios de este año, Lindberg declaró a los medios que pensaba que este descubrimiento podría ser un “nuevo Stonehenge”.

Lindberg ha estado en negociaciones, incluso, con Microsoft, para retransmitir en directo, vía streamming, la operación, pero parece que finalmente esta opción no ha sido posible. Tendrá que ser él quien resuelva ante la comunidad científica el enigma, si es que lo hay.

(FUENTE: larazon.es)

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