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jueves, 19 de febrero de 2015

El amor debe ser objeto de estudio científico, asegura investigador


Héctor Cerezo Huerta, profesor e investigador del Departamento de Humanidades del Tec de Monterrey, campus Puebla, dijo que es necesario estudiar científicamente el amor, ya que éste explica conflictos, vínculos, noviazgo, enamoramiento y la fidelidad.

En entrevista, el especialista en Psicología del Amor refirió que este sentimiento no es sólo que las parejas se amen e intercambien besos, “va más allá, tiene que ver con los estilos del amor, el cuidado y el compromiso”.

Abundó: “La gente tiene una idea del amor muy materialista, muy romántica e idealizada, pero afortunadamente en el caso de los jóvenes cada vez se están dando cuenta de la diferencia entre el enamoramiento y el amor”.

Cerezo Huerta comentó que la elección de pareja es el 50 por ciento del éxito para una relación de pareja a largo plazo.

Indicó que “el amor es ensayo y error, y no importa el tipo de relación de pareja que se tenga, ya sea abierta, formal, parejas que cada quien vive en su propia casa, parejas con dos salarios y sin hijos, parejas de cualquier tipo de preferencia sexual, amantes, amigos-amantes, porque en el amor no se aprende más que haciéndolo”.

Mencionó que el Día del Amor y la Amistad “debe ser una oportunidad para reflexionar sobre lo que soy, sobre lo que quiero en términos amorosos, y estaría bien volver a la costumbre de escribir una carta de puño en letra en la que le digas a tu pareja en lo que te ha ayudado y en lo que te falta por aportar”.

“El amor es al principio un proceso adictivo, las mismas áreas cerebrales que se activan ante el amor, son las mismas áreas o redes neuronales que se activan cuando odiamos o nos enojamos, por eso el amor y el odio no son procesos diferentes, sino complementarios”, aseveró.

Además, dijo, gracias a las neurociencias se ha demostrado que el cerebro tiene una capacidad múltiple, es decir, tiene la capacidad de enamorarse hasta siete veces en la vida. “Es mentira que el ser humano sólo se enamora una vez en su vida”, acotó.

“También está comprobado que el cerebro tiene la capacidad de amar a dos personas de manera simultánea, pero el cerebro también establece prioridades, de manera que se valora más a una persona que a otra, pero se ama a ambas o ambos”, citó.

Añadió que antes de llegar al amor, se pasa por la fase del deseo, después el enamoramiento y finalmente al amor maduro.

El especialista sostuvo que el enamoramiento es irreflexivo e irracional y tiene una duración aproximada de sólo tres años, después el cerebro pasa a una parte propiamente amorosa, donde ya no es irracional, sino hay un vínculo maduro.

“Mientras se está enamorado uno no ve los defectos de la pareja, debido a la producción en exceso de la dopamina, un neurotransmisor de la felicidad y del placer pero también del dolor.

“Cuando pasan los tres años del enamoramiento la dopamina reduce sus niveles y comienza la fase del amor maduro, porque la persona ya ve a su pareja tal cual es, con sus defectos y cualidades. Bajan los niveles de dopamina y aparece la oxitocina, vasopresina, encefalinas, ácido nítrico, y otras sustancias que llevan al cerebro a reflexionar”, señaló.

Recordó que en el Tec de Monterrey en Puebla hace un año se llevó a cabo el diplomado en Psicología del Amor, único en América Latina, donde se contó con la participación de diversos especialistas en psicología, genética, humanismo, filosofía y demás.

Cerezo Huerta indicó que en ese diplomado se recordó que desde la antigüedad se sabe que las mujeres responden más a estímulos de naturaleza emotiva y lingüística, mientras que los hombres responden más a los de naturaleza icónica y visuales.

Como ejemplo citó que los hombres se enamoran del estímulo visual, mientras que el procesamiento de las mujeres tiene que ver más con el reconocimiento social, la simetría de cara y con la inteligencia.

(FUENTE: zocalo.com.mx)

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