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martes, 23 de junio de 2015

Morir de amor es tan posible como de un susto


Al igual que el flechazo existe y nos podemos enamorar en medio segundo, el amor también puede matarnos... como un susto. 

Un artículo reciente publicado en la prestigiosa revista científica JAMA, realizado por un grupo de investigadores de St Georges University de Londres ha venido a demostrar como morir de amor es posible, ya que el dolor de la pérdida de una persona a la que se ama o quiere puede afectar a la salud, favoreciendo la aparición de enfermedades tan graves como el infarto de miocardio o el ictus cerebral.

En este estudio se realizó en personas mayores de 60 años, que se dividieron en dos grupos, uno en las que las personas incluida en el estudio su pareja había fallecido no hacía más de 30 días, y el otro grupo experimental era aquel en el que las personas incluidas en el estudio su pareja vivía.

El nivel de incidencia de ataque cardiaco o cerebral en las personas que habían perdido a su pareja era prácticamente el doble que en las personas cuya pareja aún vivía. La explicación de porque puede incrementarse el riesgo de sufrir estas patologías en personas que han perdido al amor de su vida es, según los investigadores del estudio, que en estas personas el estrés ha aumentado de forma muy grande.

El aumento de estrés es un estimulador de la liberación de hormonas que pueden provocar cambios funcionales en la pared de los vasos sanguíneos pero también en las plaquetas. Hormonas como el cortisol o laadrenalina, se liberan en cantidades grandes en situaciones de estrés.

La adrenalina, por ejemplo, puede activar a las plaquetas circulantes de forma directa facilitando que se genere un trombo en el interior de los vasos sanguíneos, taponándolo e impidiendo que la sangre fluya de forma correcta dentro de este vaso ocluido, y por lo tanto no llegue oxígeno suficiente a alguna parte de un órgano vital como puede ser el corazón o el cerebro y producir en la persona un proceso patológico agudo que puede ser incluso irreversible.

Además, la adrenalina va a contraer los vasos sanguíneos aumentando la fuerza de la sangre contra la pared de los vasos, lo que puede favorecer la rotura de alguna placa de ateroma pequeña e inestable (la placa de ateroma es un acúmulo de colesterol y células inflamatorias que se produce en la pared vascular) que se puede romper.

Al romperse la placa de ateroma, va a dejar expuesta a las células de la sangre todo el material inflamatorio que hay en su interior, además de material que va a activar también  a las plaquetas favoreciendo de esta manera, una vez más, que se produzca un trombo y se de el proceso que anteriormente les hemos comentado de la obstrucción del paso de sangre a través del vaso sanguíneo. 

Pero el estrés, no es el único inductor de la liberación de adrenalina. Los sustos también favorecen la liberación de esta hormona. ¿Cuantas veces hemos empleado la frase “casi me muero del susto”?. Pues si queridos amigas y amigos, esto de morirse de un susto también es posible. 

El corazón es un músculo, eso es evidente, y debido a esta capacidad “muscular” el corazón  se contrae y se relaja para llenarse de sangre y luego expulsarla y que esta llegue a todos los rincones del organismo. Pero para que se produzca este fenómeno de la relajación y contracción del corazón este necesita electricidad.

Necesita el corazón que se produzca lo que se llama un impulso eléctrico para que luego se produzca el mecanismo “muscular” de la relajación y contracción. La señal eléctrica a produce el mismo corazón. Es decir el corazón además de ser un músculo podemos decir que también es una pila eléctrica. 

La electricidad que el corazón genera comienza en lo que se conoce como nódulo sinusal que está situado en la aurícula derecha del corazón (las aurículas son las cavidades superiores del corazón y losventrículos las inferiores). Este impulso eléctrico se genera a partir del intercambio de iones. como sodio y potasio. entre el interior y exterior de las células cardiacas. Una vez que el impulso eléctrico llega a una célula cardiaca ,esta se estimula se contrae, y luego vuelve la célula a su situación de reposo.

Todo este proceso es lo que se va observando en el electrocardiograma, ya que las diferentes ondas que ustedes habrán visto en innumerables ocasiones en los electrocardiogramas o en los monitores que aparecen en las películas controlando la vitalidad del supuesto paciente que aparece en la gran pantalla, no es más que el paso del impulso eléctrico por las diferentes cavidades del corazón. 

Existe una patología que su nombre científico es QT largo de tipo 2, que se ha relacionado con la muerte por susto. El QT largo es una patología que se caracteriza porque dos ondas que reflejan todo esto que les hemos contado de la estimulación y relajación eléctrica de las células cardiacas guardan entre ellas una distancia mayor en el tiempo que la que debería ser correcta.

Es decir, en esta patología la distancia en el electrocardiograma  entre estas dos ondas, la Q y la T está más prolongada en el tiempo lo que podría provocar una arritmia y una parada del corazón. Hay muchos tipos de QT largo, cada uno con unas características diferentes, y en concreto el de tipo 2 el estímulo para que esta  prolongación en el tiempo  entre la onda Q y la T se produzca es una emoción incluido un susto. Por ejemplo, a las personas en riesgo de sufrir un QT largo de tipo 2, se les recomienda que retiren de su mesilla de noche despertadores, radios o dispositivos que puedan “asustarles” a la hora de despertarse.

La emoción o el susto, lo que hace es que se libere adrenalina y esta sea probablemente también la causante de que el intervalo Q-T se incremente.  El QT largo de tipo 2, al igual que todos los otros tipos de QT largo, son enfermedades de transmisión genética. 

(FUENTE: noticias.lainformacion.com)

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